Todos los amantes del café nos hemos preguntado sobre los orígenes de nuestra bebida favorita y las historias alrededor de ella, que van desde relatos religiosos hasta los paganos, lo que es una constante es el hecho de las cualidades y propiedades del fruto del cafeto.
Para una gran cantidad de personas en el Occidente, el café cuenta con trescientos años de historia con el hombre, pero lo cierto es que, en el Este, la historia de esta bebida se remonta a 800 a.c. Escritos de Homero y de sabios árabes nos muestran historias desde Etiopía hasta Yemen sobre una bebida negra con tintes amargos con grandes poderes para estimular el cuerpo humano, lo que ocasionó que fuera usada, muchas veces, como medicina.
Por ejemplo, en el año 1000 d.c. aproximadamente, el médico árabe Ibn Siná, conocido en la cultura occidental como Avicena (nombre que se le dio en persa), administraba café a sus pacientes como tratamiento para diversas enfermedades. De familia acomodada, su padre era funcionario por lo que tuvo acceso a una buena educación, demostrando grandes habilidades para el estudio. Cuenta la leyenda que a los 17 años sabía de memoria el Corán y estudiaba jurisprudencia, física, matemáticas y filosofía.
Avicena sería la primera persona en describir las propiedades de la semilla del café en el año 1012 en su obra El canon de la medicina, una síntesis muy bien estructurada de todos los conocimientos médicos existentes, constituida por 5 libros, donde nos explica: “El café fortifica los miembros, limpia el cutis, seca los humores malignos y da un olor excelente a todo el cuerpo”. Este libro fue uno de los más utilizados por los estudiosos en medicina durante siglos y fue traducido al latín en el 1200. La bebida oscura que hoy conocemos como café, también sería ampliamente recomendada para combatir la melancolía gracias a sus propiedades estimulantes.
De esta manera, comenzó a utilizarse el líquido producido por el fermento de las semillas como una bebida que, por sus efectos estimulantes, podía sustituir al alcohol que estaba prohibido por el Islam. En un principio, debido a lo anterior, el café sería considerado como una bebida religiosa, luego un vigorizante para los guerreros para adquirir valor y fuerza antes de la batalla, mientras que otros la considerarían una bebida con mágicos poderes medicinales.
Fue hasta el siglo XVI en que el café sería considerado como la bebida social por excelencia en el mundo árabe, y de ahí llegaría después a todo el mundo, pero esa es otra historia que merece su propio espacio en nuestro blog. ¡Hasta la próxima!
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