De la familia de las rubiáceas, el árbol de café cuenta con más de 100 especies diferentes, aunque gran parte de ellas se encuentran en África y Asia. Y en la industria del café hay dos especies que predominan por encima de las demás: la robusta (Coffea Canéphora) y la arábica (Coffea Arábica).
Café Arábica
Es, tal vez, la especie más conocida, producida y valorada en el mundo de los cafetos. Suele ser identificada por tener matices de aroma y sabor muy variados, además de no ser especialmente agresiva al paladar y por contar, en muchas ocasiones, con un toque de acidez que complementa las características organolépticas del café.
Dentro de la especie arábica existen diversas ramificaciones que tienen como base este tipo de grano, pero han ido mutando, cruzándose y adaptándose a los terrenos, necesidades y condiciones de la producción hasta el punto de que se han creado nuevas subespecies. A estas clasificaciones se les denomina varietales.
Dentro de cada varietal hay diferentes calidades, que dependen de la concentración de humedad, el tamaño, posibles deformaciones, etc. Cada país productor suele tener su propia clasificación, pero la gran mayoría coinciden en que los mejores granos suelen emplearse para la exportación, mientras que los de calidades más bajas se quedan para el consumo interno. En muchos países otra manera adicional de clasificar son las certificaciones ecológicas, que verifican que el café ha sido producido sin emplear agroquímicos sintéticos. Esto también es aplicable al café robusta.
Café Robusta
Muy empleada en la industria del café y, aunque no tiene los matices y sabores de la arábica, aportan otras características interesantes como su sabor amargo y su alta concentración de cafeína.
Lo cierto es que, para muchos, la robusta es una especie de más baja calidad, pero que mezclada en su justa proporción con un arábica de gama puede resultar un producto exquisito, gracias al tueste, concentración y granos seleccionados.
La robusta se produce regularmente en ciertas áreas de Brasil, el Golfo de Guinea, las periferias del Lago Victoria y el sudeste asiático (en especial Vietnam). Esta especie rinde mejor por hectárea cultivada debido a que requiere menos cuidados, se puede cultivar a bajas alturas aún bajo condiciones climatológicas poco favorables.
Como te das cuenta, tanto los granos de café arábica como el robustas son tostados y envasados para llegar a nuestras casas y así crear una deliciosa bebida diaria.
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