¡Saludos querido lector! Es un placer tenerte de vuelta en este espacio en el que compartimos nuestra pasión por el café y todo lo relacionado al mundo de esta maravillosa bebida.
Parte del mundo que acompaña y que a la vez es complementado por el café sin duda alguna es el cine, ya sea de manera evidente o en pequeños guiños, siempre está presente en la gran pantalla o detrás de ella, no hay guionista que no haya pasado noches enteras en vela creando mundos ficticios acompañado de varias tazas de café.
Muchos de los creadores de las fantásticas historias que vemos en el cine (si no es que todos) son adictos y amantes al café, no se puede concebir esa magia de escribir sin el estimulante básico que despierta la imaginación y ayuda a combatir el terrible miedo a la primer página en blanco, es el motor que da el primer paso para que podamos disfrutar de las vidas ficticias que tanto amamos ver en las grandes pantallas, un guionista frente a la luz blanquecina de la computadora sin la compañía de una taza humeante de café se siente indefenso, intranquilo y en muchas ocasiones bloqueado.
No es la anterior descripción un cliché del medio, pues beber café en el proceso creativo es un elemento fundamental, es inconcebible imaginar el escritorio de Jim Jarmusch sin una taza chorreando de gotas de café, rastro de las horas dedicadas a nuevas historias que sin duda quedarán marcadas en la memoria del cine mundial, tal como sucede con una de las obras de este autor cuyo nombre inmediatamente nos remite al amor y necesidad que se siente por este infalible y líquido compañero: Coffee and cigarettes .
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Este film de Jarmusch nos lleva por una serie de viñetas cuyo tema en común es la presencia de estos dos grandes compañeros el café y los cigarros, historias de personas inadaptadas e inusuales como los mismos diálogos y situaciones que se muestran en pantalla, en donde el café no es un elemento más de la decoración, es el protagonista y el hilo conductor de estas historias.
Una de las viñetas más recordadas, es en la que Bill Murray y el legendario Grupo Wu-Tang Clan-GZA y RZA conviven en el mismo entorno en una ácida y cafeinómana plática.
Tarantino es otro de los grandes amantes del café, muchas de sus películas y de sus famosos diálogos son acompañados de una humeante y chorreada taza, apoyo para sus frenéticos protagonistas.
Guionistas y directores como Hitchcock, Woody Allen, Kubrick , Dorothy Parker, David Linch y Trumbo, entre otros, eran y son amantes fervientes del café, parte de esta pasión se ve reflejada en sus películas, de fondo, en secuencias completas o en diálogos clave, siempre está presente, como fiel testigo de la íntima relación con el creador.
Imaginar la creación del cine sin el café es imposible, pues no solo se consume en el escritorio de los guionistas, también es fuente de inspiración y combustible necesario e infalible durante los rodajes de estas historias, el café detrás de las pantallas está presente todo el tiempo, muchos sets se llenan de energía al oler la primera taza servida, se activa la mente y se concentran en el mismo objetivo, hacer funcionar la compleja orquesta de la filmación y crear las obras que tanto amamos ver, proyectadas en la intimidad de la obscura sala de cine, disfrutando de los frutos de la relación perfecta entre el café y los creadores.
¡Hasta la próxima!
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