Se llama café de especialidad, debido a que se cultivó y fue producido bajo estrictos controles de calidad. Todo proceso que da origen a este tipo de café se le conoce como trazabilidad, que es toda la historia de nuestro grano: desde su origen, variedad, recolección, humedad al que fue expuesto, cultivo, etc.
De acuerdo a la Specialty Coffee Association of America (SCAA), un café de especialidad es aquel que no presenta defectos y tiene un sabor distintivo en la taza. Esto quiere decir que su sabor es notablemente bueno.
El origen, selección y plantación, son factores importantes para el café de especialidad. Los agricultores eligen una variedad concreta de café para cultivarla, en una región específica previamente seleccionada por la temperatura, sombra, humedad y altura. Todos estos factores darán por resultado una producción única. Por esta razón, los cafés de especialidad se distinguen por su sabor, aroma y ausencia de defectos.
El proceso de recolección es primordial para este tipo de café, ya que será importante seleccionar sólo aquellos que cumplan los estrictos controles de calidad. Estos granos se recogen a mano y los caficultores se encargan de elegir aquellas cerezas que se encuentran en su punto justo de maduración.
Haciendo la recolección a mano, se evitan cerezas de café demasiado verdes o maduras que puedan aportar sabores desagradables al café. Después, las cerezas pasan por una máquina que desecha la parte carnosa de la fruta para que quede solo el grano para los cafés lavados y fermentados. Para los cafés naturales y despulpados, los frutos se dejan secar al sol para eliminar el exceso de humedad. En ambos procesos, el café se debe deshidratar para evitar que haya procesos excesivos de fermentación y para poder almacenarlos.
Posteriormente, se descascaran para realizar, nuevamente, la selección de aquellos granos válidos y se desechan aquellos que se consideran imperfectos. La siguiente etapa de transformación es el tueste. Cada grano tiene un tueste ideal dependiendo de su origen y de su uso.
Una vez tostado, el café será empaquetado y llegará a nuestra alacena o cafetería favorita. Un barista sabrá preparar correctamente cada bebida para que cada cliente pueda disfrutar de un café exclusivo y único.
El café de especialidad es de los grandes consentidos por los conocedores del buen café, gracias a sus características gourmet y su frescura.
¿Has probado algún café de especialidad? ¿Qué te pareció?
Se define como aquel que no presenta defectos, y tiene un sabor distintivo en la taza. Su sabor único proviene de la selección cuidadosa de los mejores granos de la cosecha, el proceso de secado y despulpado y finalmente debió de haber sido sembrado a una altura óptima.
La diferencia principal entre el café de especialidad y el regular es el proceso de producción; mientras el que se compra en el supermercado es generado en masa sin mucho cuidado en la calidad, el de especialidad se prepara a mano y cuidando cada detalle de su preparación, desde la recolección de la cereza, hasta que el barista lo prepara.
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