Antes de tener la cafetería no me dedicaba a este gremio , surgió a partir de un viaje que hice y que cambió mi vida, parte de eso fue el café y la idea original es tal cuál como está la barra, un lugar pequeño, acogedor dónde la gente se sienta tranquila cuando entre.
Lo que más me gusta de tener un negocio de café es el crear una experiencia a nuestros clientes y el estar en constante crecimiento, e innovando para siempre ofrecer cosas diferentes y diferenciarnos de los demás y el mayor aprendizaje que he tenido es tener paciencia.
Para contratar a mi personal les pido que sirvan las bebidas como a mí me gustan, que atiendan a los clientes como yo los atiendo y que tengan el mismo compromiso y pasión que yo. Veo la empresa en cinco años con la primera sucursal más grande y teniendo otras dos o tres y me gustaría ofrecer alimentos sin perder el objetivo que es ofrecer una
buena taza de café.
El mayor reto ahora es hacer que crezca la barra de café con el tema de la pandemia, el hacernos presentes en las redes, administrar, y todo lo que conlleva una barra de café, no ha sido fácil. Para nosotros ser socios AMCCE es porque todos somos una comunidad.
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